Probablemente la oscuridad también ha sido la inspiración de tantas ideas como lo ha sido la luz.

Hay quienes encuentran en la oscuridad un lugar de paz, reflexión, descanso, refugio. Hay quienes ven misterio en las sombras o cosas peligrosas. Pero al final, esa impresión depende de aquél que las mira.

La oscuridad se entiende como la falta de luz, y en un sentido más estricto, como la ausencia de toda onda electromagnética. Es decir, la oscuridad total es ideal, inexistente, ya que en todo espacio existen ondas electromagnéticas de algún tipo.

Lo que normalmente entendemos por oscuridad tiene que ver con el sentido de la vista. El ojo puede percibir solamente una porción del espectro electromagnético y además necesita cierta cantidad de luz para poder percibirla, cuando esta luz es no es suficiente percibimos la ausencia de luz como manchas en tonos cercanos al negro y lo llamamos oscuridad.

Las sombras son importantes para distinguir los volúmenes de los cuerpos y hacer más sencillo reconocer nuestro entorno: apreciar las distancias y usar esa información para movernos en el espacio.

Algunas personas experimentan, aprenden y usan el lenguaje de la luz y las sombras para crear objetos y expresar ideas: escenógrafos, fotógrafos, escultores, arquitectos, pintores y museógrafos; cada uno con diferentes formas de ver el mundo.

Siempre nos llama la atención la luz pero también hay un mundo muy interesante cuando se aprende el lenguaje de las sombras.