¡No solamente las plantas reaccionan a la luz solar! Nuestro organismo se comporta de manera diferente dependiendo de la hora del día y la presencia de la luz.

El ritmo circadiano representa una serie de cambios físicos y mentales que funcionan en un día y es principalmente afectado por la luz, además, rige a prácticamente a todos los seres vivos y su estudio es llamado cronobiología.

Este ciclo esta relacionado con una gran variedad de ciclos naturales que suceden en nuestro entorno y los cambios ambientales son capaces de sincronizarlo. De la misma manera, el ritmo circadiano puede desorganizarse bajo ciertas condiciones externas, como la exposición a luz brillante y/o azul.

Los ritmos circadianos son regulados por relojes biológicos, estructuras cuya complejidad varía según el organismo al que corresponda, pero ¿cómo funciona y cómo afecta en nuestra vida diaria?

El ritmo circadiano y el reloj biológico forman el llamado reloj principal, el cual coordina todos los ciclos biológicos internos de una persona. Ahora bien, los ciclos circadianos son producidos de manera natural en el cuerpo, sin embargo, son afectados por señales del exterior, entre las cueles el principal factor es la luz, pues estamos expuestos a ella gran parte del día. La luz puede activar y desactivar los genes que controlan la estructura de los relojes biológicos. El cambio de los ciclos de luz-oscuridad puede acelerar, desacelerar o reiniciar los relojes biológicos, así como el ritmo circadiano.

Y no es que exponernos a la luz del sol nos afecte, el conflicto comienza cuando llenamos con luz artificial los momentos en que deberíamos tener oscuridad.

¿La desorganización del ritmo circadiano puede generar otros trastornos en nuestra salud? La respuesta por desgracia es sí. Al verse alterado o con anormalidades en su curso diario, podemos presentar cambios en los ciclos de sueño-vigilia, la secreción hormonal, los hábitos alimenticios, la digestión, la temperatura corporal y otras funciones importantes del cuerpo.

Estos ritmos irregulares se han relacionado con varias afecciones médicas crónicas como trastornos del sueño, obesidad, diabetes, depresión, trastorno bipolar y trastorno afectivo estacional, haciendo que se tome conciencia de los problemas que puede ocasionar en un gran número de ámbitos la falta de cultura de la iluminación para que exista una mejor calidad de vida en lugares diseñados para un mejor desempeño y aprovechamiento de la luz y la oscuridad.