¡Amamos la luz! Trabajamos con ella, conocemos sus temperaturas de color, dónde y cuándo aplicarla y hasta las últimas tecnologías para manipularla, pero, cuando intentamos explicarla de la manera más simple y básica pareciera que no sabemos absolutamente nada de ella.

Este 2019 el Día Internacional de la Luz hace especial énfasis en involucrar a niñas y niños en el mundo de la luz y despertar su interés por conocer más de ella. Les compartimos este intento que hemos desarrollado para explicar a los más pequeños de casa qué es la luz y sus fenómenos ópticos con un ejemplo que seguro les encantará: el arco iris.

Primero, ¿qué es la luz?

La luz es lo que nos permite ver todos los objetos y lo que hay a nuestro rededor. Cuando entramos a nuestra recamara y las luces están apagadas, no podemos ver nada. Al encenderlas es cuando podemos ver. Esto es posible gracias a que la luz viaja como una onda que se refleja en los objetos que vemos. Es decir, la onda “choca” con la pared y la vemos y, además, también podemos ver su color.

El color es una de las propiedades más interesantes de la luz, pues es un hecho que sin ella no podríamos ver los objetos, pero tampoco podríamos ver de qué color son.

Como decíamos, la luz es una onda y esta onda está compuesta por muchas otras. Es muy común que imaginemos o veamos la luz como algo blanco. Pero, en realidad, lo que vemos es la suma de todos los colores que combinados dan la apariencia de blanco.

Así, cuando la luz viaja y choca con una hoja roja, lo que sucede es que al chocar. la onda se divide en todos los colores que la componen y esa hoja solo refleja la parte de la onda que es roja.

La ciencia que se dedica a estudiar la manera en que viaja la luz,cómo se divide y se refleja es la óptica.

¿Y cómo se forma un arco iris?

Volvamos al ejemplo de la hoja roja y la onda que se divide en muchos colores. Así como hay cosas o cuerpos que reflejan la luz o solo una parte de ella (color), también hay objetos que dejan pasar la luz a través de ellos, por ejemplo el vidrio de una ventana. A esto se le conoce como refracción.

Ahora, pensemos en el arco iris. Para que un arco iris se forme tenemos que tener dos cosas muy importantes: lluvia y la luz del sol. Las gotas de lluvia son un objeto transparente que deja pasar la luz a través de ellas. Pero, como sabemos, la mayor parte del tiempo mientras llueve las nubes tapan al sol.

Cuando las nubes comienzan a disiparse y dejan pasar algunos rayos de sol, estos chocan con las gotas de lluvia. Las gotas tienen una forma y volumen y cuando la luz choca con este tipo de cuerpos, se comporta de manera distinta. El volumen de las gotas hace que la luz, al atravesarlas, se divida y cambie de dirección. Como las gotas son transparentes, no solo muestran un color como pasa con la hoja roja, sino todos los que componen la luz, formando así el arco iris.

Este fenómeno no solo ocurre con las gotas de lluvia, también es posible que suceda con cualquier cuerpo voluminoso transparente, por ejemplo con un prisma de cristal o un vaso con agua. Existen muchos experimentos que podemos hacer desde casa para jugar y entender cómo funciona la refracción de la luz. Les compartimos uno que seguro resultará muy fácil de hacer en casa. Esperamos cada vez más niñas y niños se interesen por conocer todo de la luz.