¿Podría el IRC hacer alguna diferencia al momento de elegir tus jitomates en el súper?

Cuando elegimos los vegetales que vamos a comprar para preparar nuestros alimentos, utilizamos el sentido de la vista para seleccionarlos. Su aspecto es muy importante porque lo asociamos con su sabor, así es que si los vemos opacos y descoloridos, podemos llegar a pensar que podrían estar secos o insípidos.

Podríamos ver los mismos vegetales en diferentes tiendas y percibirlos de distinta manera dependiendo de la fuente luminosa, aun cuando ambas tengan la misma temperatura de color. Esto se debe a una cualidad relacionada con la capacidad de la luz blanca para reproducir con fidelidad el color de los objetos, esa variable es la reproducción cromática.

Aprender a manipular esta característica de la luz puede ayudar a resaltar los colores de los objetos iluminados para estimular las ventas.

La luz blanca está compuesta por un rango del espectro electromagnético comprendido entre los 380 y 780nm, es decir, está compuesta por luz de varios colores. A cada color le corresponde una longitud de onda específica, de manera que es posible saber si un haz de luz blanca tiene un color determinado. Esto se expresa en forma de porcentaje mediante el Índice de Reproducción Cromática (IRC).

El IRC toma como referencia la luz de una lámpara incandescente por su excelente reproducción cromática, ya que tiene un espectro continuo.

Se dice que el espectro de la luz es continuo cuando la gráfica, que muestra las diferentes longitudes de onda que la componen, forma una línea curva sin interrupciones. Un espectro discontinuo presenta una gráfica con forma de picos o bandas formadas por la presencia dominante de determinadas longitudes de onda y espacios que representan la falta de otras.

Cada tecnología de luz artificial tiene un IRC diferente dependiendo de la forma en la que produce la luz. El espectro es continuo cuando la lámpara utiliza medios sólidos para producir la luz, pero cuando la luz es producida a partir de gases, el espectro es discontinuo. Es por eso que la calidad de la luz incandescente es mucho mejor que la de las lámparas de descarga. Las lámparas incandescentes tienen un IRC de 100, mientras que la mayoría de las lámparas de descarga apenas alcanzan un IRC de 90.

Pero, ¿cómo reconocer un buen IRC?

En general se considera que un valor de IRC abajo de 80 va de regular a deficiente; entre 80 y 90 es una reproducción cromática buena; arriba de 90 es muy buena; y 100 es excelente.

Cuando se hace la especificación de una lámpara es necesario tomar en cuenta el IRC, para facilitar y hacer más eficiente la actividad a realizar en el espacio que se está proyectando.

Cuando se trata de una marca de buena calidad, los empaques de las lámparas que encuentras en el súper tienen información sobre el IRC. Esta información es muy útil porque entender el IRC de una lámpara es sin duda la mejor manera para ¡vender más jitomates!