Pocas cosas son tan importantes para la industria de la iluminación, como la enseñanza de sus procesos productivos.

En Lightroom nos esforzamos por ofrecer contenido que ayude a la difusión de la cultura de la luz y la actualidad del mundo de la iluminación, sin estar dirigido de manera exclusiva a los profesionales en esta área, pero buscando aportar algo que genere una inquietud en los lectores interesados en este tema.

Hasta hace algunos años, acercarse al mundo académico en México en busca de algún curso o taller que permitiera conocer de manera directa el lenguaje de la luz, para poder proyectar de manera informada, era poco menos que una utopía.

Las únicas opciones que teníamos en ese entonces eran: buscar algún curso o posgrado en el extranjero (lo cual no era accesible para todo$), o tocar puertas en alguna empresa de iluminación mexicana, “aventarse al ruedo” y aprender sobre la marcha.

La necesidad de competir cada vez mejor dentro de esta industria, ayudó a que se abrieran las puertas de muchas empresas, en los diferentes sectores de la iluminación, para aprender en conjunto y hacer de nuestra labor, un trabajo profesional; aunque no dejaba de ser un proceso más bien empírico. Esta apertura, en conjunto con el apoyo de empresas internacionales que ofrecieron cursos de capacitación o talleres sobre nuevos productos, nos permitió conocer de primera mano los más novedosos desarrollos tecnológicos de nuestra industria e integrarlos en nuestros productos y proyectos.

Afortunadamente las cosas han cambiado para bien y poco a poco se han abierto espacios para aprender de manera profesional diferentes aspectos de la industria de la iluminación.

Desde diseño de proyectos de iluminación o diseño de luminarios, hasta programación y automatización, psicología del color y los efectos de la luz natural en el ser humano y la arquitectura.

A veces parecen insuficientes los espacios para aprender, sobre todo si volteamos a ver lo grande que es esta industria en México y la cantidad de personas interesadas en conocer y profesionalizarse en este campo. Sin embargo, es notable y de resaltar todos y cada uno de los esfuerzos presentes en universidades, empresas fabricantes de luminarios, empresas internacionales de equipos de iluminación, exposiciones de iluminación, profesionistas independientes, asociaciones internacionales y muchos otros granitos de arena, que sumados, ayudan a dar seriedad a todo nuestro trabajo.

Que sirva este texto como aplauso a la labor de todos quienes aportan a la enseñanza de la luz en México y como llamado a las universidades para que integren en su plantilla profesores y asignaturas relacionadas con nuestra industria, les aseguro que valdrá la pena.