Natalia Amann es una diseñadora gráfica que desde hace años se dedica al mundo del tejido. Con su trabajo, no solo logra entretejer luces, sombras y texturas, además ayuda a generar fuentes de empleo para otras mujeres. Conoce más sobre ella en Conversatorios de Luz de Bianca Gortárez.
Hace años y de manera divertida conocí a Natalia. Gracias a una amiga en común, nos veíamos con cierta distancia, pero hace un par de meses la busqué para un proyecto de iluminación que necesitaba de todas sus habilidades manuales y su afable y enternecedora manera de darle forma a la luz a través de sus manos.
Natalia es diseñadora gráfica y cuando me cuenta cómo llegó a Koso, dice: “me dediqué mucho tiempo al desarrollo de diseño tradicional de empaque. Trabajé mucho con medios de reproducción y después, por varios años, me dediqué a la publicidad y ahora estoy por fin haciendo lo que me gusta y sin tener un jefe… así nació mi marca de productos para niños y bebés la cual estoy tratando de posicionar en el mercado de decoración infantil”.
El proceso que ha tenido el trabajo de Natalia ha sido un poco fortuito. Todo comenzó por un hobbie que adquirió cuando esperaba a su primer hijo y, poco a poco, se fue transformado en algo muy formal que al mismo tiempo genera más proyectos y fuentes de trabajo para mujeres, creando una cadena. “Yo ayudo, y ellas ayudan a más gente; ese es el fin de las marcas de productos y servicios mexicanos.”
Como en todos los Conversatorios de Luz, elijo algunas palabras para cada invitado y las de Natalia fueron muy claras, pero sus respuestas no pudieron contenerse en un solo vocablo:
Bianca: Proyectos
Natalia: Muchos en puerta, estoy tratando de hacer realidad un proyecto nuevo y tratando de consolidar el que ya tengo – se mostró un poco nerviosa y con la mirada ansiosa por hablar de sus nuevos proyectos.
B: Pasión
N: Crear cosas, de todo tipo, me apasiona crear – de nuevo brillan sus ojos, pero esta vez como dos puntos de luz llenos de ilusión.
B: Estambre
N: Material burdo que se puede convertir en cualquier cosa – lo confirma mientras tiene entre sus manos una madeja pequeña de estambre de algodón y lo ata como anillos entre sus dedos.
B: Luz
N: Es mi obsesión, no me dedico a eso, pero me obsesiona la iluminación, me apasiona – sonríe de nuevo y voltea a ver la ventana de su bonito estudio, que baña la mitad de su cara con luz natural.
B: Niños
N: Estoy rodeada de ellos, lo que hago es para ellos, ¡todo! – responde sin titubear y junto a su mesa de trabajo, hay una foto de sus hijos que ve de reojo y sin reparos.
B: Distintivo
N: ¡Lo hecho a mano!, y personalizar cada cosa que hago para cada cliente – puedo constatar que es verdad.
B: Inspiración
N: La vida, todo lo que veo. Todo lo que vivo y lo que voy aprendiendo me inspira – suspira mientras lo dice.
B: Influencias
N: Otros diseñadores, otros creadores, de películas, de música, de todo – en su colección RocKoso se ve la clara influencia musical de la que habla.
B: Cambio
N: Siempre tiene que haber un cambio en tu vida, si algo no funciona hay que cambiarlo.
B: Oportunidades
N: Todos los días, ¡y hay que tomarlas! – lo dice entre risas.
Natalia diseña espacios a través de fibras y a partir de las sombras, los huecos y las formas generadas a partir del juego entre la luz y los materiales y técnicas de tejido que decide utilizar en cada proyecto. El tejido tiene la función de difusor, de productor de ópticas y hasta de modificador de temperatura de color.
En sus diseños, Natalia integra diferentes técnicas de tejidos para obtener los resultados que, hasta el día de hoy, hacen su trabajo único. Para ella, las palabras luz, luminario y fuente de luz se tejen con estructuras, con ganchos, con agujas, fieltrados con aguja; la luz no solo es difusa o concentrada, también es tipo jersey, musgo o hasta trenzada.