Utilizando fibra óptica y luz, el artista Carlo Bernardini transforma muros y edificios en lienzos que cambian la perspectiva del espectador.
La fibra óptica es un material con interesantes aplicaciones que se popularizó gracias a su eficaz uso en la informática como transmisor de información a gran velocidad, pero desde hace varios años, en distintas áreas del diseño y el arte empezaron a ver en la fibra óptica un gran potencial.
Al utilizar tipos especiales de fibra óptica, se pueden producir bellos efectos de luz. Carlo Bernardini es un artista italiano que a lo largo de dos décadas ha transformado la percepción de la luz y el espacio en algo más abstracto.
Carlo comenzó a utilizar este concepto en el año 1996, utilizando la fibra óptica para transformar los espacios oscuros al formar figuras geométricas triangulares con líneas de luz que atraviesan muros, pisos y fachadas, jugando con la perspectiva para que la forma de la instalación sea visible sólo desde ciertos ángulos.
Que las fibras ópticas sean capaces de generar estos efectos, se debe a que la fibra transmite luz reflejándola dentro de ella misma hacia sus paredes exteriores, impidiendo que la luz escape hasta que llegue al otro extremo de la misma, y así se forman los hilos lumínicos. Algunas fibras diseñadas para iluminación reciben tratamientos especiales en sus recubrimientos para que dejen escapar luz de manera uniforme a lo largo del hilo, generando un efecto parecido a los tubos de neón.
La técnica que utiliza Carlo Bernardini consiste en una combinación de luz y oscuridad, de lo tangible con lo intangible, cambiando la percepción del espacio y cambiando lo que el espectador ve, dependiendo de su perspectiva. Esto hace que las formas se fundan con el espacio y lo transformen, mientras las líneas pasan de una habitación a otra creando un enorme lienzo.
A través de su arte lumínico, Bernardini transforma los espacios al traspasar los muros y transformar los entornos de sus obras en algo ilusorio, armando dibujos imaginarios con líneas de luz que solo pueden ser visualizados en la mente del espectador.