Cuando iluminamos un espacio existen muchos elementos involucrados, la persona responsable tiene el compromiso y conocimiento para manipularlos y obtener el resultado apropiado.

Christmas 31, Kevin Dooley. © CC – (Kevin Dooley en Flickr.com) 2010

Primero se conoce el comportamiento de la luz natural y artificial, luego se escogen los luminarios a emplear y, por último, se reflexiona el comportamiento de la luz que emana dicho dispositivo.

Las curvas fotométricas son gráficas que marcan la distribución espacial de la luz referida en un plano cartesiano cuyas variables son la distancia y la intensidad luminosa. También se le llama distribución luminosa.

Recuerda que cada luminario tiene una curva de distribución luminosa particular, motivo por el cual se debe elegir la más adecuada para determinada aplicación.

Representación fotométrica de dos lámparas diferentes sobrepuestas. En azul, una óptica asimétrica y en verde, una simétrica.

Para la interpretación de la gráfica, imagina que el luminario está colocado de acuerdo a su aplicación; para este ejemplo podría ser un luminario empotrado en plafón. Ahora imagina que colocas de frente una hoja de papel en posición vertical, centrando el extremo superior justo en el punto donde sale la luz del luminario. Desde este punto se marcan líneas concéntricas a cada 15 grados y la curva se marca con puntos de intensidad similar. Usando como eje el centro de la hoja proyectado hacia el piso, imagina que rotas la hoja 90 grados y la marcas de nuevo en los puntos de intensidad similar. Cuando las dos mediciones son iguales, la óptica del luminario es simétrica, y solo se representa una sola curva, pero si las curvas son diferentes, la óptica del luminario es asimétrica y se puede representar en el mismo diagrama.

Lo que nos muestra el gráfico es el comportamiento de la luz en el espacio y nos ayuda a seleccionar adecuadamente un luminario de acuerdo a las necesidades de cada proyecto.