Aquí continuamos con la explicación de algunos términos básicos y confusos que utilizan los iluminadores. Puedes dar click aquí para ver “¿Los iluminadores te hablan en chino?”, la primera parte de esta serie.
…pero que fue de las diferencias entre la iluminación teatral y la arquitectónica?
Las diferencias entre estos dos tipos de iluminación radica principalmente en su función. Los equipos que se utilizan para la iluminación teatral deben poder cambiar de ubicación constantemente, son instalaciones temporales, además de ser capaces de recibir o portar accesorios que permitan cambiar el color de la luz o controlar la óptica a diferentes ángulos de apertura; los equipos para iluminación arquitectónica pueden tener o no dichas características, pero por lo general, permanecen en un lugar, no son instalaciones temporales, además de existir aplicaciones en las que es necesario cierto grado de protección para soportar las condiciones climáticas de espacios expuestos al aire libre.
El índice de protección (IP) nos dice mediante un número de dos dígitos si un luminario tiene las características necesarias para soportar las condiciones de un espacio exterior, como las que sufre al estar expuesto a la lluvia. Esto no es lo único que indica, de hecho, son dos dígitos para indicar dos tipos de protección: el primer dígito nos dice el grado de protección contra agentes sólidos y el segundo, contra líquidos.
Al leer el IP es un error considerar que ambos dígitos forman una escala numérica consecutiva, cuando en realidad son dos escalas diferentes en una misma simbología.
De los dos dígitos que componen al IP, cada uno corresponde a una escala diferente.
La escala que sí es consecutiva es la que nos dice el grado de resistencia contra impactos (IK). Es una escala de dos dígitos que se usa para elegir un luminario que, por su aplicación, está expuesto a recibir impactos o soportar cargas de compresión, como en el caso de los luminarios tipo baliza que limitan el andador de un parque o los luminarios empotrados en piso por donde puede pasar algún vehículo.
En el teatro no es tan común utilizar el IP o el IK. En ese medio es mucho más importante tener un luminario que sea ligero para poder manipularlo con facilidad y tener la capacidad de contener los elementos ópticos necesarios.
La parte o el conjunto de partes de una lámpara o luminario que permite controlar la distribución de la luz se conoce como óptica y es importante porque permite dirigir, concentrar o difuminar la luz.
Hay varios tipos de ópticas que se usan en diferentes tipos de aplicaciones. Una óptica simétrica es un haz de luz que visto de lado puede ser dividido en partes iguales, este tipo de óptica es de las más comunes, es el que puedes encontrar en lámparas con reflector integrado y en la mayoría de los luminarios para riel en las tiendas departamentales.
Una óptica asimétrica es un as de luz que tiene un perfil con partes desiguales, a este tipo de óptica también se le conoce como bañador. Se usa para iluminar de forma uniforme superficies cercanas a la fuente luminosa. Se pueden encontrar en luminarios instalados en plafón cerca de los muros, aunque también los hay para casi cualquier tipo de aplicación.
Generalmente la óptica determina el ángulo de apertura, que se mide en grados y se selecciona tomando en cuenta dos factores principalmente: las dimensiones del objeto a iluminar; y la distancia entre este y la fuente luminosa.
También hay luminarios con una óptica compuesta en los que es posible regular el ángulo de apertura, aunque son aplicaciones especiales y muy particulares para el mundo de la iluminación arquitectónica. Además hay luminarios arquitectónicos pueden recibir accesorios para lograr un mejor confort visual y efectos luminosos mediante cortadores, panales antideslumbrantes, difusores y filtros.
Solo hemos mencionado algunos, pero el mundo de la luz arquitectónica tiene una gran variedad de aparejos y términos de los que seguiremos platicando próximamente…
In the light…. (Edimburgo, Reino Unido) Chris Fleming © CC – (chrisfleming en Flickr.com) 2009