El ser humano siempre ha sentido esa curiosidad para descubrir las causas de los fenómenos que nos rodean y la luz es uno de ellos.

La luz es esencial para la vida. Hoy en día se le han encontrado infinidad de aplicaciones, desde entretenimiento hasta aplicaciones médicas y tecnológicas. Al tener la luz tan presente en nuestra vida diaria, puede ser que a veces la minimicemos y no nos cuestionemos cosas tan básicas de ella. Como su origen o cómo es que podemos verla o percibirla.

Si consultamos la palabra luz en el Diccionario de la Real Academia Española es posible ver diferentes definiciones que tienen que ver con espacios, claridad, artefactos, ideas, guía y hasta inteligencia. Pero, específicamente, hay dos definiciones que van dirigidas hacia lo que es la luz en un sentido paralelo a los intereses de este artículo. 

La primera dice que «la luz es un agente físico que hace visibles los objetos». La segunda define la luz como «la radiación electromagnética en el espectro visible». 

Ambas se refieren al mismo fenómeno de dos formas diferentes en maneras muy sencillas, pero el tema es un poco más complejo que eso. Se llama luz a la parte de la radiación electromagnética que puede ser percibida por el ojo humano. Es una energía radiante capaz de excitar la retina humana y crear una sensación visual. Siguiendo la teoría electromagnética de James Clerk Maxwell, donde propone que luz, magnetismo y electricidad son parte de un mismo campo llamado electromagnético, en el que se mueven y propagan a través de ondas transversales.

Las ondas electromagnéticas pueden atraerse o repelerse según el sentido en el que viajan, se propagan libremente a la velocidad de la luz y su visibilidad depende de la longitud de la onda. Al conjunto de ondas electromagnéticas se le denomina espectro electromagnético. Este espectro se extiende desde la radiación de menor longitud de onda —como los rayos gamma y los rayos X—, pasando por la radiación ultravioleta, la luz visible y la radiación infrarroja, hasta las ondas electromagnéticas de mayor longitud, como son las ondas de radio.

La diferencia entre cada una de estas manifestaciones se debe a la frecuencia de onda, medida en Hertz (Hz) y la longitud, medida en nanómetros (nm).

De todo el espectro, la porción que el ser humano es capaz de ver es muy pequeña en comparación con las otras regiones espectrales. Esta región, denominada espectro visible, comprende longitudes de onda desde los 380 nm hasta los 780 nm*. El ojo humano percibe la luz de cada una de estas longitudes de onda como un color diferente, así, al descomponer la luz blanca en todas sus longitudes de onda, a través de prismas o por la lluvia en el arcoiris, el ojo ve todos los colores.

Existen muchos fenómenos relacionados con la luz y las ondas electromagnéticas que el hombre ha aprendido a utilizar y que sigue estudiando en su afán por descubrir los misterios ocultos en el universo. Aún falta mucho camino para poder decir que lo sabemos todo sobre la luz, mientras tanto, seguiremos tratando de entenderla.