Cristina Escofet nos comparte su experiencia durante el Encuentro Iberoamericano de Lighting Design celebrado en Colonia de Sacramento, Uruguay.
Hace unas semanas se llevó a cabo la quinta edición del Encuentro Iberoamericano de Lighting Design EILD. En esta ocasión, la sede fue la pintoresca ciudad de Colonia de Sacramento en Uruguay, ubicada en la costa del Río de la Plata. Durante muchos años, esta ciudad fortificada fue razón de disputa entre españoles y portugueses que peleaban por su territorio, hasta que la firma de un tratado la dejó en manos españolas. Parte de esa herencia se puede apreciar en las diversas influencias arquitectónicas, sobre todo en la parte vieja de la ciudad, la más cercana a la costa del río.
A diferencia de muchos de los participantes que han asistido a todos los encuentros, para mí era el primero y desde que llegué me sorprendió el ambiente amigable y familiar que se sentía, en gran parte por la gente que se reencontraba y también —supongo— porque hablar el mismo idioma ayuda a crear esta atmósfera.
El esquema de EILD 2019 fue una combinación de conferencias y talleres donde el tema central era la comunicación.
Durante su plática, Mark Majors nos compartió las técnicas y herramientas que utiliza en su estudio para comunicar la propuesta conceptual del proyecto a un cliente. Habló de la importancia de contar con una librería de imágenes que complementen las ideas, así como del uso de las palabras para describir efectos que no se podrían explicar sólo con una imagen y, de esta manera, transmitir una idea más precisa del concepto de diseño.
Por otro lado, Nathalie Rozot nos dio una visión distinta sobre qué es la comunicación. Nos compartió una compilación de palabras que ella ha creado en su intento por contar con un lenguaje exclusivo de la luz y la iluminación. De esta manera, podemos decir que Nathalie se dedica a la Phototecture, que es la disciplina de diseño de iluminación arquitectónica o a la Archephotology, que es el estudio de formas de iluminación antiguas. También, algo biphotal tendría dos fuentes de iluminación, mientras que centriphotal es que la luz emana desde el centro.
¡Sin duda todos debemos luchar contra los espacios cacophotales*!
*Cacophotal: que sufre de mala calidad de iluminación.
Además de divertirnos con su creatividad, Nathalie nos compartió su visión sobre comunicar por medio de la acción, participando en proyectos sociales o, como ella diría «iniciativas socio-photocentricas» que integren a la comunidad tomando en cuenta sus necesidades educativas, artísticas, culturales y recreativas.
Ya inspirados con estas charlas, nos dirigimos a los distintos talleres. Con ocho talleres disponibles, sólo nos fue posible —por cuestiones de tiempo— elegir dos. Debo confesar que no fue nada fácil escoger, ya que todos sonaban interesantes y, después de pensarlo, decidí inscribirme a Transacciones y Lenguaje Visual de la Luz.
Durante el taller liderado por Anne Bureau y José Miguel Celestino, aprendimos y pusimos en práctica una metodología para elaborar el brief creativo del proyecto, el cual permite crear el hilo conductor con el cual se desarrollará el proyecto. Esta me pareció una herramienta sumamente útil, ya que el tener un concepto fundamentado permite tomar ciertas decisiones de manera más fácil, sin perder el propósito y el eje central del proyecto.
En Lenguaje Visual de la Luz, Diana Joels nos presentó un enfoque distinto para abordar y hablar sobre la luz con base en la percepción y la idea de usar conceptos que puedan ser entendidos por cualquier persona. Así, en lugar de referirnos a la cantidad de luxes, hablaríamos sobre un rango en el nivel de la luz y qué tan luminoso u oscuro se encuentra un espacio o una zona. Este taller también nos invitó a volvernos más observadores para detectar las características particulares de las sombras y los reflejos, así como identificar qué aportan a la atmósfera general.
Lo interesante de este enfoque cualitativo, es que no se contrapone al enfoque cuantitativo, simplemente enriquece el lenguaje que se puede usar en distintas etapas del proyecto.
Un compromiso importante de EILD, ha sido dejar un legado en la ciudad sede. En esta ocasión, un grupo de colegas estuvo trabajando para iluminar la muralla de la ciudad vieja y el Bastión del Carmen, que fue el recinto que nos recibió durante los tres días que duró el evento.
Me quedo con muchos nuevos aprendizajes de esta experiencia, pero sobre todo el saberme parte de una comunidad de Photosophers —personas inteligentes acerca de la luz— que compartimos una misma manera de comunicar al mundo lo que hacemos.
Gracias a todos los organizadores y participantes de EILD 2019. ¡Nos vemos en 2021 en Santiago de Compostela!
SOBRE LA AUTORA
Cristina Escofet es diseñadora industrial con maestría en Diseño de Iluminación Arquitectónica en la Universidad KTH de Estocolmo.