Los avances tecnológicos y científicos permiten que se aprovechen cada vez más y mejor los recursos con los que contamos, tal es el caso de la luz y su aplicación biomédica en el tratamiento de enfermedades neurológicas y celulares.
La optogenética es una técnica biomédica que combina genética, óptica y virología. A través de esta técnica se “despiertan” o “apagan” grupos de neuronas del cerebro para el estudio y tratamiento de algunos padecimientos. El Dr. Víctor Hugo Hernández González director del Departamento de Ingenierías, Química, Electrónica y Bioquímica de la Universidad de Guanajuato, declaró en la conferencia El uso de la luz para estudiar al cerebro: la optogenética, que el procedimiento consiste en inyectar en las neuronas seleccionadas un virus benigno que contiene proteínas fotorreceptoras denominadas opsinas, cuya información genética proviene de algas fotosensibles, con lo que las células neutrales se vuelven sensibles a la luz.
Hernández González explicó que las proteínas actúan como interruptores que excitan o inhiben, encienden o apagan las neuronas en función de los destellos de luz enviados mediante nanocables de fibra óptica para lograr un cierto comportamiento deseado. Esta técnica se encuentra en etapa de experimentación la cual se lleva a cabo solo en animales, pues aún existen limitantes de índole tecnológica y bioética para poderla realizar en humanos.
La luz podría convertirse en la medicina del futuro, porque sus aplicaciones biomédicas contra enfermedades neurológicas y celulares son amplias.
Se puede usar en la rehabilitación de oído, vista, corazón, piel y riñón, así como en el tratamiento del cáncer, mal de Parkinson, alzheimer, parálisis, ansiedad, insomnio, epilepsia, entre otras.
Para su aplicación, se requiere de tecnología LED o de fibra óptica de un tamaño nanométrico y flexible, con capacidad de canales luminosos mucho más amplios y que permitan llevar luz en forma eficiente al sitio focalizado del cuerpo para que esta reactive la función perdida.
El Dr. Hernández González trabaja experimentando con la aplicación de la optogenética en el oído, con el fin de ayudar en el futuro a personas con sordera. El empleo de la luz posibilitaría trabajar con estímulos enfocados introduciendo una proteína sensible a la luz en el nervio auditivo, cuyo destello sería captado por el cerebro como si fuera un sonido, tal como sucede la respuesta al sonido de manera natural, por lo tanto se tendría una recuperación auditiva más eficiente.
Los nuevos descubrimientos en la tecnología y la ciencia permiten que los recursos que tenemos sean aprovechados de una manera más eficiente y en beneficio de los seres humanos. Con este descubrimiento en el aprovechamiento de la luz se está revelando un gran paso dentro del combate de las principales enfermedades que afectan a gran parte de la población mundial.