Uno de los temas más controversiales de la actualidad en el mundo de la iluminación: ¿se llama lámpara o luminario?
Retomamos uno de los tropiezos más comunes en la comunicación entre iluminador e instalador y, en general, del lenguaje coloquial. Este tema nace de la confusión entre dos palabras de manera cotidiana: lámpara y foco.
Sabemos que no pasa nada si en tu casa le pides ayuda a alguien para «cambiar un foco», pero el problema surge cuando estamos en un ambiente profesional y, por ejemplo, el diseñador de iluminación llega a obra y comienza a hablar de lámparas, el instalador entiende por «lámpara» lo que es un luminario y al final pregunta: «¿y los focos?».
En México normalmente usamos el término «foco» para referirnos al artefacto que se coloca en un socket o portalámparas, lo que en el lenguaje técnico de los iluminadores es conocido como lámpara. Por otro lado, al objeto que tiene la alimentación eléctrica y la contiene para obtener luz, le llamamos lámpara, cuando los iluminadores le denominan luminario.
La confusión surge precisamente cuando se quiere hablar en términos técnicos, en vez de foco se dice lámpara y en vez de lámpara se dice luminario.
Es un enredo bastante común incluso con instaladores, eléctricos, arquitectos y otros personajes involucrados en el quehacer arquitectónico.
Así que, si te encuentras trabajando con un profesional de la iluminación y escucha de tu voz la palabra «foco», no te extrañes si te mira como bicho raro.