En una era en la que todas las áreas del conocimiento están en constante actualización, ser un especialista en iluminación implica saber mucho más que solo el manejo de la luz.

El mundo de la construcción evoluciona cada día. Las tecnologías involucradas en esta industria son muy diversas, de manera que hay algunas que cambian de forma lenta, otras desaparecen, pero otras más se diversifican formando nuevas especialidades.

La iluminación es una de esas áreas de especialidad en evolución, impulsada en gran parte por el avance tecnológico en favor del rendimiento energético. Cada nueva tecnología que aparece de forma comercial tiende a generar mayor cantidad de luz por cada watt de consumo, en comparación con sus antecesores. Pero ese no es el único cambio que ha tenido el mundo de la iluminación, también podemos ver que los medios que utilizamos para generar luz son cada vez más complejos — por ejemplo, una lámpara LED llena de circuitos electrónicos.

La tecnología avanza todos los días para ofrecernos equipos de iluminación con características técnicas cada vez más impresionantes, mejorando cada vez más en temas como calidad cromática o eficiencia energética. Todo esto se logra aprovechando los avances que se tienen en diversas ramas de la ciencia con los cuales se generan mejores conductores de electricidad, mejores técnicas de fabricación, mayor calidad en las materias primas, etc.

Hay otro gran cambio en la evolución de la iluminación que no tiene que ver directamente con los medios para producirla, sino con la forma en cómo la utilizamos. A comparación de los tiempos en los que surgió la primera lámpara incandescente, hoy sabemos que la luz tiene gran influencia en la salud, en nuestros estados de ánimo o que tiene muchas características físicas que permiten aprovecharla en diferentes aplicaciones; es decir, el conocimiento que tenemos en torno a la luz también cambia y sigue aumentando.

Entender mejor que cada proceso que interviene en la producción de la luz ayuda al especialista en iluminación a aplicar sus conocimientos sobre la luz en la arquitectura, interiorismo, teatro, fotografía, cine, entre otros.

Por otro lado, los proyectos arquitectónicos también van cambiando conforme evoluciona la sociedad y sus necesidades. Un proyecto actual de gran envergadura demanda la participación de expertos en muchas especialidades para resolver con la mejor calidad posible los diferentes problemas que plantea cada espacio. Prácticamente, todo proyecto arquitectónico considera una instalación permanente dedicada a la iluminación artificial.

Por ejemplo, los retos que presentan los proyectos arquitectónicos de vanguardia exigen el análisis de cada parte involucrada de manera minuciosa y precisa, para así lograr cumplir con las exigencias de las normas y certificaciones cada vez más rigurosas, enfocadas al cuidado de los recursos naturales, el consumo energético y la seguridad.

Todos los factores mencionados en los párrafos anteriores — proyectos complejos, el avance tecnológico, normatividad y mayor conocimiento sobre las características físicas de la luz — generan la necesidad de un especialista en  iluminación. Una persona con conocimientos en las diferentes áreas involucradas para la correcta solución de los problemas que plantea la arquitectura actual.

Si bien, no todos los proyectos que se encuentran actualmente en proceso de diseño requieren involucrar de manera obligatoria a especialistas de cada tema — una casa habitación de interés medio puede ser resuelta sin muchos especialistas —, sí es deseable que el conocimiento básico de temas como la iluminación esté presente.

Sin embargo, aún existe poca conciencia acerca de la importancia de la luz y la iluminación, por lo que también hay carencia de conocimiento para cumplir con los niveles de calidad óptimos para aumentar la funcionalidad en los espacios, y se limita a evaluar la iluminación sólo en sus variables estéticas y económicas.

La iluminación es una especialidad que merece un lugar de mayor jerarquía dentro del mundo de la arquitectura y la construcción. Las facultades que posee la iluminación para mejorar el ambiente en donde desarrollamos nuestras actividades diarias, se suman al valor estético que aporta a cada proyecto arquitectónico… claro, cuando se involucra a una persona hábil y conocedora de la luz y todo lo que implica: un especialista en iluminación.