El Día Internacional de la Luz se une a las celebraciones que se efectuarán anualmente a partir del 2018.
El Comité Ejecutivo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en su sesión número 200 llevada a cabo en París en octubre de 2016, decidió establecer el Día Internacional de la Luz, entre otras cosas, para promover la importancia que la luz ha tenido a lo largo de la historia del ser humano y para reconocer cómo este fenómeno natural afecta nuestras vidas en más de un aspecto.
Este logro se apoya, casi en su totalidad, en la propuesta exitosa del año 2015 declarado como Año Internacional de la Luz. Debido a la excelente aceptación de esta celebración, la investigadora del Instituto de Física de la Universidad Autónoma de México (UNAM), Ana María Cetto Kramis, participó en la asamblea de la UNESCO hablando de la importancia de reconocer anualmente las aportaciones de la luz en distintos campos de la ciencia como medicina, física, comunicaciones y energía. Esta iniciativa fue impulsada por Ghana, México, Nueva Zelanda y la Federación Rusa.
El papel que juega la luz como parte fundamental del desarrollo de la humanidad es de vital importancia. Este fenómeno ha estado en nuestras vidas desde el principio y ha progresado de la mano con la inteligencia humana que ha encontrado diferentes formas para adaptarla y usarla a nuestro favor, tanto en el ámbito científico como en el campo del arte. Reconocer su valor y su importancia, pretende ser uno de los motores que nos hagan ser más conscientes de sus efectos y su correcto uso.
La propuesta del Día Internacional de la Luz pretende llevar a cabo actividades coordinadas alrededor del planeta con la finalidad de contribuir a diferentes áreas del desarrollo, como:
- Mejorar la comprensión pública de cómo la luz y las tecnologías basadas en la luz tocan la vida cotidiana de todas las personas y son fundamentales para el futuro desarrollo global.
- Aumentar la capacidad educativa en todo el mundo a través de actividades de ciencia dirigidas a los jóvenes; ayudar a abordar los problemas de equilibrio de género y, en particular, los que se centran en el desarrollo de los países y las economías emergentes.
- Promover la importancia de la tecnología basada en la luz para el desarrollo sostenible, en particular en salud, agricultura y comunicaciones, con el fin de posibilitar el acceso a la educación y para la mejora de la calidad de vida en todo el mundo.
- Promover el conocimiento de la naturaleza interdisciplinaria de la ciencia en el siglo XXI y hacer hincapié en cómo serán las interacciones entre las diferentes áreas temáticas de la ciencia.
- Resaltar y explicar la relación íntima entre la luz y el arte, así como de la tecnología óptica en la conservación del patrimonio cultural.
- Aumentar la cooperación internacional en ciencia fundamental, la investigación y el desarrollo y la educación, mediante la coordinación de actividades entre las sociedades científicas, instituciones educativas y la industria.
Otro de los objetivos de la celebración del Día Internacional de la Luz es reconocer el trabajo de diferentes científicos a lo largo de la historia, que han hecho descubrimientos significativos como: Ibn Al Haytham, Augustin Fresnel, James Clark Maxwell, Albert Einstein, Charles Kao, Arno Penzias y Robert Wilson, entre otros.
El Día Internacional de la Luz será proclamado por la UNESCO en noviembre de este año y su primera celebración será el 16 de mayo del 2018.
Se esperan celebraciones alrededor de todo el mundo, que conmemoren la unión entre disciplinas artísticas y científicas, que pongan en alto la importancia de este recurso que influye en nosotros a nivel biológico, sensorial y espiritual.
Para conocer más sobre las próximas actividades que se llevarán a cabo en México visita www.diadelaluz.unam.mx