¿Cuántas veces nos hemos encontrado con la necesidad de iluminar una estancia que cuenta únicamente con una salida eléctrica al centro de la habitación? Para muchos, esta situación puede ser una limitante; para nosotros, es un reto y ahora te daremos algunas ideas para enfrentar y salir victorioso de este desafío.

Lo primero que hay que hacer es entender la función del espacio. Una estancia necesita evocar diferentes sensaciones, dependiendo de su uso. Puede ser una zona de convivencia familiar o con amigos; puede ser la sede de una gran fiesta; el espacio de juego de los niños o una zona de relajación temporal, por lo que una iluminación dinámica, que se adapte a cada una de las actividades, será de gran utilidad.

Una estancia necesita evocar diferentes sensaciones, dependiendo de su uso

Iluminación general.

Para la iluminación general podemos utilizar downlights fijos o dirigibles que iluminen las circulaciones y las zonas de convivencia. Utilizar estos luminarios sobre pasillos y sobre la mesa de centro de la sala puede ser excelente solución.

 Iluminación indirecta

Es importante generar contraste con iluminación para el techo y los muros, esto nos permitirá percibir mejor el espacio y nos dará la sensación de amplitud.

Si tenemos un plafón, podemos crear un cajillo para crear diferentes efectos, desde flotar el techo, simular un domo de luz natural o simplemente generar un baño de luz uniforme en la parte alta de la habitación que nos ayude para crear ambientes íntimos y acogedores.

Podemos también utilizar arbotantes en los muros para dividir las áreas y marcar jerarquías en cada uno de los espacios.

Iluminación de acento

Si tienes algún elemento que te interese destacar, ya sea un cuadro o escultura, algún elemento arquitectónico o textura en la pared o una zona en particular, apóyate con luminarios para iluminación de acento. Una buena solución son los proyectores dirigibles, que puedes encontrar con cánope o a riel; y que puedes utilizar para enmarcar perfectamente alguna zona o elemento y poder dirigirlos cuantas veces sea necesario para apuntar a diferentes zonas, permitiendo dinamismo y versatilidad en tu diseño.

Una buena idea, es acentuar el lugar de cada uno de los comensales en la mesa del comedor o resaltar la mesa de centro, para que en alguna convivencia, todas tus visitas puedan ver con claridad en donde colocar los vasos.

Iluminación decorativa

Siempre es importante apoyarnos con un luminario decorativo que nos ofrezca una suave luz general ya sea sobre la mesa del comedor o en algún lugar de la sala; esto nos invitará a la convivencia y a la relajación, además de que le dará al espacio un detalle de exclusividad y elegancia que difícilmente se lograría con algún otro elemento decorativo.

Puedes colocar algún luminario suspendido sobre la mesa del comedor y alternarlo con la iluminación general para antes y después de cenar; o bien, algún luminario de pie junto al sofá de la sala que lo mismo nos ofrezca una confortable luz de lectura o una suave iluminación general para poder platicar tranquilamente.

Es importante utilizar y combinar estos consejos con base en las dimensiones y decoración del espacio y nunca abusar en la cantidad y acomodo de los luminarios ya que recordemos que la mucha luz es como la poca luz, no deja ver.