Dominar los conceptos de contraste y visibilidad es indispensable para llevar a cabo un proyecto de iluminación, ya que de ello depende una óptima percepción y funcionalidad de los espacios para los habitantes.
Lo ideal es generar contraste entre el objeto que queremos ver y su entorno inmediato.
Una manera adecuada para generar superficies con una iluminación uniforme y que nos ayude a optimizar la percepción de los espacios y los objetos, es a través de elementos construidos directamente en la arquitectura del espacio, por ejemplo los cajillos.
Los cajillos son canales, generalmente construidos en plafón, que alojan algún sistema de iluminación y nos ofrecen una suave y uniforme capa de luz sobre las superficies del espacio.
Dependiendo del carácter del espacio, las actividades que se van a realizar en él y su composición arquitectónica, podemos formar cajillos de diferentes formas y ofrecer un sinfín de efectos.
El más común de los efectos consiste en recortar un poco el área del techo, desde los muros hacia el centro de la habitación, para transmitir la sensación de que el plafón está flotado; con ello, ofrecemos una iluminación uniforme sobre los muros de la habitación y delimitamos perfectamente el espacio.
Dependiendo del sistema de iluminación que coloquemos en este tipo de cajillos, podemos marcar dramáticamente alguna textura o acentuar los acabados del muro, así como ayudar a generar el contraste necesario para destacar los elementos que iluminemos con luz de acento.
Otra aplicación de los cajillos es delimitar y dar jerarquía a diferentes zonas dentro de un espacio abierto. Podemos, por ejemplo, delimitar el espacio entre la sala y el comedor creando líneas de luz en el techo alrededor de la sala y marcando una línea, de la cual se suspenda algún elemento decorativo, al centro del comedor. Con esto ofreceremos una agradable luz ambiental en cada una de las zonas que podremos complementar con algún elemento decorativo o luz de trabajo.
En proyectos donde los techos son demasiado altos, corremos el riesgo de crear el llamado efecto caverna el cual se percibe como un espacio perfectamente iluminado en la parte de debajo de la habitación, pero con techos oscuros que generan la sensación de penumbra e impiden un contraste adecuado al complementar con otros puntos de luz.
Para evitar esto, podemos crear un cajillo en la orilla superior de los muros que nos ofrezcan iluminación hacia el techo de la habitación; así, percibiremos el espacio más amplio y completamente iluminado, generando ambientes acogedores y placenteros.
Actualmente existen una gran variedad de sistemas de iluminación que podemos utilizar dentro de cajillos con diferentes intensidades y direccionamientos para ampliar la gama de efectos que se pueden ofrecer con estas soluciones; desde tubos fluorescentes que ofrecen una abundante cantidad de luz hasta tiras de LED para crear ambientes más íntimos y discretos.
Lo importante es entender el carácter del espacio y las sensaciones que queremos plasmar en nuestro proyecto y de esta manera las soluciones dependerán de nuestra creatividad.