No podemos predecir cuando una lámpara cumplirá su vida útil y dejará de funcionar. Sin embargo hay que estar siempre listos para cambiarla. Algo tan sencillo debe realizarse de la manera correcta y segura, para ello hay que tomar en cuenta estas recomendaciones:
1. No olvides cortar el suministro de energía eléctrica del lugar.
2. Utilizar la herramienta y equipamiento adecuado.
3. Dependiendo del tipo de lámpara es posible que debas esperar a que se enfríe para evitar quemaduras.
4. Al hacer el cambio no olvides tomar la lámpara por la parte más cercana a la base para evitar romper el cuerpo, que en muchos casos es de vidrio y podría producir un accidente.
No olvides que la base es el elemento de la lámpara que cumple dos importantes funciones: conectarla a la corriente eléctrica y sujetarla al luminario. Las bases más utilizada en el mundo comercial es el tipo Edison.
Para su identificación se utiliza la inicial “E” seguida por el diámetro en milímetros, por ejemplo: la base E26, que es la más común en el mercado y se caracteriza por su irónica rosca de 26 mm de diámetro.
También es importante saber que algunos componentes utilizados en la fabricación de algunas lámparas son tóxicos, como el mercurio en las lámparas fluorescentes compactas que hoy en día son tan comunes en casa.